Tuesday, October 31, 2006

Chaper 4: Fate, destiny, randomness and the hand we're dealt with

Después de más de un mes de no postear, retorno a esto, con un tema que siempre me tuvo bastante interesado. Personalmente no creo del todo en el destino, ni tampoco tanto en la falta del mismo, aunque como todo mi forma de pensar fue variando a lo largo de los años. Por lo pronto mantengo firmemente que para que las cosas ocurran hay que hacer que ocurran, nada se da por si sólo o al menos rara vez, y menos aún lo que uno quiere.

Creo que desde que el ser humano tiene conciencia de ser, ha creído en un propósito mayor, un motivo ulterior por el que vive, en otras palabras un destino. Esto se ve mucho en la ficción, principalmente en la literatura fantástica. Los personajes suelen estar destinados a la grandeza. También se puede ver en las obras teatrales, principalmente en géneros más viejos como la tragedia griega, pero también se ve en algunas obras más modernas.

Paralelamente existe el concepto del azar, lo casual, aquello que no tiene una razón de ser o un origen concreto. Esta idea es diametralmente opuesta a la de destino dado que implica que las cosas se suceden, justamente, sin razón ni propósito alguno. El azar es algo que dentro del ámbito científico ha sido bastante controversial. Para la física Newtoniana (o mecánica clásica), todo se produce porque algo lo causó, como bien lo dice la Ley de Causa y Efecto. Para los relativistas, el azar es algo que no cuaja dentro del universo. Einstein dijo una vez "Dios no juega a los dados", lo que básicamente nos deja claro que no le gustaba el concepto del azar ni de lejos. Finalmente la física cuántica sí comprende el azar dentro de su concepción del universo, visto claramente en la Teoría del Caos.

En la matemática tenemos el estudio de las probabilidades, fuertemente usado en la física, que nos dice con que chances se puede dar un evento determinado en un conjunto. Esto ya nos da algo de azar en cierta forma, dado que nos demuestra que no todo es predecible.

En estos últimos años en los que me adentré cada vez más en el mundo de las ciencias exactas, fui generando una idea propia que de alguna manera describe lo que creo. Personalmente no creo en el azar, creo que todo tiene una causa y un propósito. Yo veo el pasar de las cosas como una gran ecuación (o sistema de ecuaciones) con muchas variables, cada variable se corresponde directamente con un evento, una acción a realizar, un camino a seguir. Cada acción que uno realiza es una variable que resuelve y abre un conjunto nuevo de variables a resolver. En otras palabras, en mi visión no hay azar ni destino sino consecuencias lógicas a las decisiones tomadas. Hay quien podría decir que esto es una visión quizá fría de la vida, y que quizá esto le quita la gracia a todo. Yo creo que es lo contrario, simplemente es una forma de interpretar el flujo de las cosas y resulta aún más interesante de analizar.

Bueh, si alguien anda con ganas de leer esto, lo invito a comentar.